Por @DoncelJhon
La televisión es un medio vivo, cambia y se adapta a la modernidad establecida por el mundo, nos brinda nuevas facetas de entretenimiento enmarcadas en distintos formatos, pero también nos atrae con situaciones que ponen en duda nuestra faceta de televidentes y nos acerca a consumidores permanentes interesados en las tendencias de los temas actuales pero nos impone el cuestionamiento si estamos en la capacidad de asimilar los contenidos o solo nos dejamos llevar por las tendencias impuestas por la televisión al tal punto de convertirnos en personajes sin libreto y marcación de escenas en el mundo real.
La televisión es un medio vivo, cambia y se adapta a la modernidad establecida por el mundo, nos brinda nuevas facetas de entretenimiento enmarcadas en distintos formatos, pero también nos atrae con situaciones que ponen en duda nuestra faceta de televidentes y nos acerca a consumidores permanentes interesados en las tendencias de los temas actuales pero nos impone el cuestionamiento si estamos en la capacidad de asimilar los contenidos o solo nos dejamos llevar por las tendencias impuestas por la televisión al tal punto de convertirnos en personajes sin libreto y marcación de escenas en el mundo real.
La televisión es un
medio de entretenimiento básico, nos impone una cultura de banalidades por sí
sola, nosotros somos quienes llevamos a la televisión a ser un gobernante más
en los estilos de vida si no somos capaces de asimilar conscientemente el papel
de entretenimiento de las franjas programadas, entonces podríamos decir que nos falta educación.
Discutir sobre educación y entretenimiento en el campo de la televisión es igual a entrar en el debate si el dinero compra la felicidad, se mezclan los conceptos respecto a quienes debaten y se especula de acuerdo a los intereses. Pero siempre está la línea divisora que determina si estamos conscientes de nuestra responsabilidad como consumidores de televisión y hasta qué punto podemos ceder ante el contenido que se presenta en el menú programático del espectro magnético.
Pensar en
educación como fórmula general de sociedad permite entender que su función es
implantar conocimientos destinados a ser
usados en la formación diaria y pensante de las personas con el objetivo de
abrir el panorama de reflexión y culturización para un equilibrio en el
desarrollo personal y social, pero en este momento de nuestra cultura en donde
lo rápido cobra importancia y el tiempo se mide con parámetros muy finos,
cualquier manera de adquirir conocimiento propio y cuestionable en calidad es
una tarea en la agenda diaria. Y viene la pregunta ¿Es la televisión un medio
confiable y directo para educarnos?, para mí la respuesta es un NO, como para muchos de ustedes.
En esta época la
televisión se ha convertido en el marco en el cual se exponen los distintos
temas que la sociedad y los individuos consumen en diversos formatos realitys,
documentales, novelas, series, películas, informativos y sigue…, la explosión
de información que se desarrolla en estos contenidos está inmersa en el
ambiente, siempre tendremos a alguien que hable de su programa favorito, de su
personaje y situación que le marcó la noche anterior, pero también tenemos a la
persona que se queja por lo que observa en la T.v es la gota que rebosará la
inminente caída de la sociedad. Y se presenta el cuestionamiento ¿Permitiremos
que la televisión marque nuestra conducta y manipule a los intereses que las
cadenas en sus criptas maquiavélicas nos están empujando por la garganta
trasmisión por transmisión?
Para poder ver
televisión hay que primero estar educado, así de simple. Si no estamos en la
capacidad de masticar y no tragar lo que se expone en la programación diaria,
nuestro único camino es acercar el dedo índice al botón ‘OFF’ de nuestros
controles o en caso extremo vaciar el televisor y usarlo de pecera (por lo
menos algo natural estará reflejado en sus pupilas). Es posible que no exista
la televisión educativa, solo información provista de conceptos educativos
necesarios en la formación cognitiva, pero no en la conducta personal definida.
La televisión no proporciona la capacidad de debate y respeto a las opiniones
ajenas, no nos convierte en mejores personas con el ambiente y con los
ancianos, no nos permite desenvolvernos en el trabajo ni en un cita romántica,
solo nos entretiene.
Si en la
televisión se presenta el tema del narcotráfico, ¿Nos convertiremos en los
nuevos capos del país?, si usted no está en la capacidad para debatir el
contenido y saber la diferencia entre lo que es delito, dinero fácil, muerte y
vida entonces búsquese un alias que tenga remembranza y culpe a la sociedad y
su hogar de la carencia de educación y formación personal. Podemos ser unos
consumidores de televisión inteligentes si somos capaces de disfrutar el
contenido, mostrar el manojo de sentimientos por una escena o un tema en
especial, pero no permitir que al siguiente día cambie mi acento, mi corte de
cabello y mi actitud por el personaje de moda, los canales son empresas con un
gran ánimo de lucro; Discovery, NatGeo, History, Caracol o RCN no tienen la
culpa del comportamiento de la sociedad.
Es patético decir que la TV está educando a los niños, cuando los responsables de ellos
están buscando la manera de adquirir un plasma más grande y con mejores
opciones para la sala de la casa, recuerden que los actores caen al vacío con
la seguridad de tener el arnés o un doble profesional para que las escenas
salga perfectas, no trate de intentar esto en casa y mucho menos en su vida
cotidiana, el acetaminofén no es tan milagroso como lo muestran.
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La televisión nunca podrá ser un arma para la educación, la diferencia es que muchos creen que hay que educarse, pero no es asi, porque por ejemplo pdnt le va bien porque entretiene, pero jamás podría educar.
ResponderEliminarAunque no se puede olvidar que hay programas con responsabilidad social, como por ejemplo Allá te espero que toca un tema muy fragil o El desafio donde siempre resaltan los valores del colombiano.
Pero los canales deberían dejar de hacer novelas de narcotrafico, está bien que ellos no tienen la culpa, pero con tantas novelas que hacen ya cansan.
ResponderEliminarQue risa lo del acetaminofén jajajajajaja, muy buena opinión, no podemos pretender que la educación sea impartida por la televisión, eso es culpa de los padres, que no saben distinguir entre un buen programa, y un mal programa.
ResponderEliminarEstá bien que la televisión no sea para educar, pero eso no le da derechos a los canales como para emitir programas tan insulsos y malos como Escobar, Protagonistas y esos.
ResponderEliminarLos canales de televisión no se pueden deslindar de la responsabilidad social, esta bien que es entretenimiento, el porno también es entretenimiento y eso no quiere decir que caracol, rcn, el canal de las estrellas, telemundo, etc, deban emitirlo como plato fuerte de su contenido, y aunque no lo hacen, el exceso de sexo, violencia y demás en las novelas, también de cierto modo, llega a afectar a quienes vemos televisión, muchas veces de forma muy negativa.
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