"Prefiero que me recuerden por lo bueno que hice en corto tiempo y no por lo malo que pude haber hecho si seguía", con esta frase enfatiza Andrés Morales, que era tiempo de salir de "Protagonistas".
“En mi vida he recibido muchos ‘no’, y por eso quería venir. Cuando empecé a pasar filtros, y me enteré que había pasado para un grupo, me dio mucho emoción porque yo era el 9.786 y yo veía gente con número de 13 mil y cuando supe que había quedado entre los seleccionados, me di cuenta que estaba haciendo las cosas bien y fueron las ganas de convertirme en actor, lo que me motivó”, cuenta Andres, quien a pesar de ser profesional en Turismo, su carisma, habilidad para la imitación y una química casi perfecta con las cámaras, le abrieron paso en la televisión de su país.
En Panamá presentó un programa matutino y tuvo la oportunidad de hacer parte de un espacio al mejor estilo de ‘Saturday Night Life’ en donde su facilidad para la comedia salió a relucir. También ha participado en varios musicales infantiles.
¿Cómo se enteró del Programa?
Supe que en Colombia existía un reality a través del cual se formaban los nuevos talentos. Inmediatamente entré a buscar en Internet y me di cuenta que las audiciones en Bogotá, eran tres días después. Lo consulté con mis papás, mi novia y mi jefe y todos estuvieron de acuerdo en que debía tomarme este tiempo para intentarlo y saber qué podía pasar. Todo esto terminó con la agradable sorpresa de que fui elegido.
¿Qué fue lo que más le gustó de la Casa Estudio?
Las clases eran mi mayor motor. Cuando nos llamaban al teatro, yo parecía el demonio de Tasmania. Me encantaban las clases de clown, porque además de aprender, sentías que exfoliabas y transpirabas emociones. Otra de mis favoritas era con la profe Paula, de expresión corporal. Era lograr salir de la Casa Estudio solo con la imaginación. Además las clases con Jorge Enrique. Él es un actor muy reconocido y tenerlo en el salón compartiendo con nosotros era maravilloso.
¿Lo afectó la semana de ‘La Revolución’?
Antes de que nos dijeran que comenzaba la semana de ‘La Revolución’ yo ya venía sintiéndome mal anímicamente. No dormía bien y me era muy difícil concentrarme. Cuando comenzó esta semana, la tensión y la presión al interior de la Casa aumentaron porque obviamente nadie se quería ir. Por el contrario, yo me quería ir y decidí decirlo en el primer monólogo para que tuvieran en cuenta mi deseo y no sacaran a uno de los que querían continuar.
¿Nunca pensó en que podría estar poniendo en riesgo su sueño de ser actor?
El sueño nunca ha dejado de serlo. Al contrario está ahí cada vez más fuerte y grande. Estar en la Casa Estudio me ayudó para reconfirmar que quiero ser actor. Pero viendo las cosas desde afuera, uno no se alcanza a imaginar lo que es la vida allá adentro. Yo sabía que había hecho mi mayor esfuerzo por demostrar el poco talento que tengo y las muchas ganas de aprender, pero ya sentía que anímicamente no podía seguir, y para luchar por mi sueño, necesitaba estar bien.
Dentro de la Casa Estudio, usted era como ‘un papá’ para los participantes, ¿Sentía esa responsabilidad?
Mi papá es un hombre muy sabio que siempre encuentra la frase perfecta para cada momento. Antes de venir, me dijo: “Acuérdate de nunca dejar de creer, ni dejes perder la esperanza”. Estando en la Casa Estudio, compartiendo con todos me di cuenta que de alguna manera yo era esa esperanza para algunos. Me gusta transmitir eso, tranquilidad. Allá adentro, uno aprende a querer tanto y a sentir un cariño tan especial por las personas con las que compartes, que obviamente llegó un momento en que yo quería ser ese protector de todos.
¿Se sintió presionado a seguir cuando conoció el porcentaje de votación de los televidentes que lo apoyaban? No voy a negar que 91% fue mucho más de lo que yo esperaba. Incluso alcancé a pensar que iban a votar porque me fuera. Agradezco de corazón cada uno de los votos y me voy muy contento de saber que de alguna manera, en corto tiempo, dejé algo de mí en muchas personas. Pero sentía que era el momento, anímicamente no estaba bien y sabía que no iba a poder demostrar todo mi talento. Por eso decidí que era el momento de retirarme, prefiero que me recuerden por lo bueno que hice en corto tiempo y no por lo malo que pude haber hecho si seguía.
¿Se sintió incómodo por las situaciones que se generaron con Iris?
Considero que más que incómodo, era algo que nunca había vivido. Nunca en mi vida se me había sentado una mujer en la cama para invitarme a bailar. Pero realmente, aunque yo no quería que ella se sintiera mal, si tenía muy claro que tenía que hacerle saber que a eso no era a lo que yo iba en la Casa Estudio y que no me interesaba involucrarme con nadie.
¿Quién le gustaría que llegara a la final?
Yina es alguien que tiene una fuerza única. Iris tal vez por su forma de ser, no sé qué tan buena actriz es, pero es muy fuerte. Omar tiene madera para llegar a la final, y me encantaría que Juver llegara muy lejos porque tiene un corazón muy bonito.
Información tomada de canalrcnmsn.com
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